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Mostrando entradas de julio, 2008

12. Angelica Olcese - Teresa Cibils

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powered by ODEO No tan conocida como acaso debería serlo entre el público latinoamericano, la poetisa chilena Angélica Olcese enfrenta el desafío de tratar en su obra cara a cara con uno de los temas más oscuros que se puedan proponer: el de nuestra propia finitud. El hombre carga con el dudoso privilegio de vivir consciente de que dispone de un tiempo de vida limitado, sin saber sin embargo el por qué ni el para qué de su presencia aquí en el mundo. La mayoría de las personas recurren al fácil trámite de la negación durante la mayor parte de sus vida. Es como si por no hablar de esta cuestión lograran cambiar las cosas. Angelica Olcesce, en cambio, con valentía, o quizás a pesar suyo, aborda el tema de lleno. Pero lo curioso es que muy a pesar de lo oscuro de la temática, su mirada no deja de ser por momentos luminosa. Cuando María Teresa Cibils conoció la poesía de Angélica, le propuso un desafío: convertir algunos de esos poemas en canciones. La propuesta suponía la dificultad de tr

11. Issac Albéniz - Suite Iberia

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Su nombre completo fue Isaac Manuel Francisco Albéniz y Pascual. Nació un 29 de mayo de 1860 en Gerona, España, y sobre la base de la música popular de su país desarrolló sus mejores composiciones pianísticas, que algunos han comparado con las creaciones de Chopin. La Suite Iberia , integrada por doce Impresiones repartidas a su vez en cuatro Cuadernos , es quizás su obra de mayor madurez y aliento. Compuesta en París sobre el final de su vida, entre 1905 y 1909 (el año en que fallece), es una obra en cierto sentido nostálgica, y al mismo tiempo un compendio de sensaciones relacionadas con el sentir ibérico. La Suite Iberia es de hecho un monumental homenaje musical a España, al punto que Gabriel Fauré llegó a señalar: “Aquello que cinco compositores hicieron por Rusia (en alusión a Balakirev, Rimski-Korsakov, Borodin, Mussorgski y César Cui), un sólo hombre fue suficiente para resumirlo en España”. Ese hombre, por supuesto, era Albéniz. Pero este homenaje no transita por lugares comun